Sánchez promueve el diálogo y las negociaciones con los partidos políticos para cumplir con los compromisos adquiridos y asegurar la estabilidad política
El Gobierno de Pedro Sánchez ha manifestado su intención de no someterse a un asunto de confianza, tal como pide Carles Puigdemont. Afirman desde el Ejecutivo que este procedimiento es facultad del presidente y no de los partidos parlamentarios, descartando que sea imprescindible activarlo en este instante, de acuerdo con 20 Minutos.
Puigdemont, desde Bruselas, presentó una proposición no de ley (PNL) solicitando que el Congreso tome una resolución política acerca del asunto de confianza. Según el líder de Junts, el presidente está “incumpliendo”los pactos logrados, en particular en asuntos como la oficialidad del catalán en la Unión Europea. “Es momento de un punto de inflexión o de dejarlo correr para no hacer perder el tiempo a nadie”, manifestó Puigdemont tras revalidar su liderazgo en el reciente congreso de su partido.
La situación de esta tensión política se alinea con las conversaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno y Junts admiten que los diálogos sobre la transferencia de competencias migratorias progresan, con Salvador Illa y fuentes del Ejecutivo corroborando avances en este campo. Para Moncloa, la aprobación de los Presupuestos es una prioridad, con el objetivo de fortalecer el desarrollo económico de la nación.
Una propuesta fuera de lugar
El Gobierno de España, con el apoyo de Sumar, mantiene su postura firme frente a las demandas de Junts. Ernest Urtasun, ministro de Cultura, calificó la propuesta de Puigdemont como “fuera de lugar” y puso de relieve que la mayoría parlamentaria que autorizó la investidura continúa estando robusta. Urtasun enfatizó que la aprobación reciente de la reforma fiscal, respaldada igualmente por los independentistas de Cataluña, demuestra la habilidad para alcanzar pactos.
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, respaldó que Pedro Sánchez goza de la confianza de los españoles y resaltó los logros alcanzados en los primeros meses de la administración. De acuerdo con Torres, «los números respaldan al Gobierno», descartando la necesidad de una moción de confianza justo un año tras las elecciones generales.
A pesar de las críticas realizadas por Puigdemont, Moncloa continúa favoreciendo el diálogo y las negociaciones con los grupos parlamentarios para cumplir con los compromisos establecidos y asegurar la estabilidad política requerida para la aprobación de los Presupuestos. Por el momento, las discrepancias con Junts no parecen poner en peligro la hoja de ruta del Ejecutivo.
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