El cerco a Begoña Gómez por el artículo 24.2 del Código Penal

El magistrado Juan Carlos Peinado, encargado de la investigación de la esposa de Sánchez, solicita al registro un documento que será crucial para evaluar la propia acusación del presidente

Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez, no incurrió en un acto de apropiación indebida al registrar a su nombre el software que las compañías Google, Indra y Telefónica le obsequiaron, valorado en casi 200.000 euros. Supuestamente, perpetró un delito de abuso de fondos públicos, castigado con más de dos años de prisión.

Esta infracción penal, que se añade a otras que el juez Juan Carlos Peinado investiga, como el tráfico de influencias, el intrusismo, la estafa, aparece en el contexto del debate acerca de si Begoña era o no empleada de la Universidad Complutense. La respuesta es afirmativa, lo que intensificaría significativamente sus acusaciones.

En la Complutense, le concedieron una asignatura sobre sostenibilidad, con el objetivo de instruir a las empresas en la captación de fondos públicos (su esposo los avala), y sin tener ni siquiera un título de universidad.

Funcionaria con tareas públicas

Fuentes legales altamente competentes garantizan que Begoña Gómez SÍ desempeñó roles de funcionaria en la Complutense. No es que se hizo con el software, es que supuestamente malversó fondos públicos utilizando este.

¿Qué razón? Como lo establece el artículo 24, segundo apartado del Código Penal, que es evidente. «Todo individuo que, por mandato directo de la Ley, por elección o por designación de la autoridad pertinente [el rector], se involucre en el desempeño de tareas públicas, será considerado funcionario público».

Respecto a esta herramienta tecnológica, el magistrado también imputa a Begoña Gómez un delito de intrusismo, por haber elaborado los fundamentos para el uso y adquisición de este software sin poseer ninguna formación en el tema.

La esposa de Pedro Sánchez estará pronto en el banquillo y enfrentando una acusación penal, mientras que él, atrapado en la Moncloa. Acta única entre los líderes globales demócratas. Por una milésima parte, y que no tenía ningún impacto personal en el exmandatario Rajoy, la Gürtel lo calificó de inadmisible y demandó su dimisión. Sánchez no desea ni escuchar mencionar la renuncia.

Analogías

El magistrado Juan Carlos Peinado, encargado de la investigación de la esposa de Sánchez, ha solicitado al registro un documento que será crucial para evaluar la propia acusación del presidente. Que le confirme en qué estado se encuentra el matrimonio. ¿Es ganancial o existe una separación de propiedades?

Si es la primera, se puede inferir con lógica que el posible enriquecimiento ilegal de Begoña impactó al presidente. Podría ser sentenciado como implicado con fines lucrativos. Se han observado analogías con La Gürtel, en relación con el PP.

Otro delito grave que se imputa a la segunda primera dama de España es el de haber empleado a los oficiales de Moncloa para sus actividades privadas y rentables. A lo sumo tres años. Existen sentencias del Tribunal Supremo por acciones muy similares.

Además de los chats y audios que el conseguidor Aldama tenga con la esposa de Sánchez, todo esto está excluido. Y con Sánchez mismo. «En esta legislatura, si nada cambia, nos podremos ver con su esposa en el banquillo pidiéndosele penas de cárcel y su marido apoltronado en La Moncloa», indican fuentes judiciales.