La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, utiliza su intervención para apuntar con sutileza a la número dos del PSOE
La primera vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, ha manifestado una vez más su absoluta confianza en su jefe de gabinete, Carlos Moreno, reiterando que pone «la mano en el fuego» por él, tras la declaración en el Tribunal Supremo de Koldo García, quien mencionó una posible reunión entre él, Moreno y el supuesto conseguidor Víctor de Aldama.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, según recoge EP, Cuca Gamarra, representante del PP, ha instado a Montero a respaldar nuevamente a su colaborador, tras la mención de Koldo García sobre un posible encuentro entre los tres en un bar.
«¿No le parece a usted demasiada casualidad que Aldama, Koldo y su jefe de gabinete coincidan en el mismo bar en Madrid? Lo dijo ayer Koldo en el Tribunal Supremo. Sí, sí, con la de bares que hay, casi 30.000, señora Montero», salpicó Gamarra desde su escaño.
En su turno de réplica, la vicepresidenta no ha abordado este tema y Gamarra se ha enfrentado a ello: «Ni una palabra hoy de defensa a su jefe de gabinete. Bares, qué lugares, como dice la canción», ha apuntado con sutileza.
Portavoces de delincuentes
Finalmente, Montero ha tomado el guante y ha vuelto a respaldar el rendimiento de su asistente. «Pongo la mano en el fuego por mi director de gabinete», ha reiterado, antes de reprochar a la líder ‘popular’ que se haga eco de «bulos» y «mentiras» propagadas por el supuesto comisionista Aldama.
«Son bulos, son mentiras, falsos. Lo que dijo el señor Aldama y lo que dicen ustedes, que son los que se hacen eco y son portavoces de delincuentes confesos», recoge EP de la intervención de la vicepresidenta.
Así, Montero recurre a la misma estrategia que ya utilizó cuando Aldama mencionó a Moreno por primera vez cuando le ayudó a aplazar unos pagos con Hacienda. No obstante, Koldo García rechazó ante el magistrado que esto hubiese sucedido.
Montero ha reiterado su negación de anomalías, pese a que ya reconoció que Carlos Moreno mantuvo varias reuniones con Víctor de Aldama y justificó estas reuniones argumentando que el Gobierno está destinado a «ayudar a las empresas», aunque descartó que hubiese un «trato de favor».
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