Alcaldes sin distinción política se manifiestan por la continuidad de la central nuclear de Almaraz

Los ediles garantizan que «no se van a resignar» e instan a las administraciones a establecer un diálogo para prevenir el cese de la fábrica

Aproximadamente 30 alcaldes de municipios del norte de Cáceres se han congregado este lunes frente a la Central Nuclear de Almaraz para exigir que no se clausure la planta, cuyo cese de funcionamiento está programado para los años 2027 -unidad 1 y 2028 -unidad 2, según ha informado EP.

La protesta ha congregado a miembros de diversas localidades y de «todos los signos políticos», quienes han hecho hincapié en las serias repercusiones económicas y sociales que podría implicar el cese de la actividad nuclear en el área.

De esta manera, Fernando Sánchez Castilla, alcalde de Belvís de Monroy y Casas de Belvís (Cáceres), uno de los participantes en la protesta, ha descrito la situación de la central como «fundamental», alertando sobre su clausura, que sería «un desastre» para la comarca del Campo Arañuelo y para toda Extremadura.

Sánchez Castilla señalaba que no entienden «cómo se lucha contra la despoblación y el cierre de la central nos podría llevar a una catástrofe en nuestros municipios». Después añadía que la clausura de la planta afectaría a «la empleabilidad» y convertiría la comarca «en un completo desierto».

Una lucha sin politizar

En entrevistas a los medios, el regidor ha resaltado que la inversión proveniente de la central representa entre «el 35% y el 40%» del presupuesto municipal, aclarando que este importe financiero se utiliza en la creación de empleos y la mejora de servicios.

Asimismo, Sánchez Castilla ha precisado que la protesta alberga alcaldes «de todas las tendencias políticas» y «de todas las tonalidades»: «No politizamos absolutamente nada», ha remarcado el primer edil, a lo que ha confiado que la situación pueda revertirse «más pronto que tarde».

Aitana Gómez, alcaldesa de Millanes (Cáceres), ha hecho hincapié en la pérdida significativa que representaría el cierre de Almaraz, tanto en cuanto a población como a recursos económicos y servicios, y ha considerado que «sería lamentable esta tragedia» para este municipio de 260 habitantes.

«Recibimos un recurso importante para nuestro presupuesto, y la pérdida sería importante», ha dicho Gómez, a lo que ha apuntado que la actividad de la central está vinculada a 20 o 30 empleos directos e indirectos en Millanes.

Por su porte, Raúl Barrado, el alcalde de Malpartida de Plasencia (Cáceres), que también ha asistido a la concentración con el fin de respaldar a la región del Campo Arañuelo, resaltó la «enorme repercusión» económica que la fábrica tiene en la zona.

«Esta central genera más de 800 puestos de trabajo directos y 1.200 indirectos», detallaba el alcalde, agregando que es un impulsor económico «de gran relevancia» para Extremadura.

Mejores indicadores a nivel internacional

Además, el presidente de la Asociación Española de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), Juan Pedro Sánchez, ha manifestado su solidaridad en representación de las localidades que poseen plantas nucleares, ante «los grandes perjuicios» que la región podría experimentar en aspectos económicos, laborales y de población.

Así, para Sánchez no hay «razón de peso ni de sentido común» para la clausura de Almaraz, a la que ha descrito como una de las plantas con «mejores indicadores a nivel internacional».

En la concentración, Juan Antonio Díaz, el alcalde de Almaraz (Cáceres), ha leído un manifiesto en representación de todos los presentes, en el que ha enfatizado que la planta nuclear de Almaraz es «el principal motor económico» de la región cacereña del Campo Arañuelo, y que su clausura provocaría consecuencias «devastadores» para la zona.

Los alcaldes han garantizado que «no se van a resignar» e instan a las administraciones a establecer un diálogo para prevenir el cese de la fábrica.