Errejón aportará mensajes, posteriores al supuesto abuso a Mouliaá, para evitar la cárcel

Es probable que no se implemente ninguna acción severa contra el exlíder de Podemos en su declaración del lunes 16 

Las conversaciones entre ambos, en particular las de WhatsApp, serán cruciales para el porvenir legal del político Íñigo Errejón, acusado por la periodista Elisa Mouliaá de abuso sexual. La denuncia de Mouliaá, que aún no ha ratificado ante el juez, presenta ciertos obstáculos.

No son pocos, como apuntan desde FI, los abogados que temen lo que verdaderamente sucedió aquella noche festiva de hace tres años y la coherencia penal del contenido de la denuncia, ni aquellos que consideran que la larga mano de su ex amigo Pablo Iglesias está detrás de este asunto, ni de aquellos convencidos que en Errejón convivían dos facetas, la pública y la oculta. Los traidores no se perdonan.

Una interpretación exacta de la ley vigente en torno al ataque sexual (la misma que Errejón propuso y aplaudió en el Congreso, la cual dicta que la simple declaración de la víctima debe ser considerada como prueba para sancionar, sin más), llevaría a Errejón a prisión sin pausa.

En estos procedimientos, la palabra de la mujer posee tal influencia que ni siquiera se requerirían declaraciones acusatorias (en este caso, sí se requerirán) para presentar a Errejón; y si, además, el juez percibe coherencia delictiva en los mensajes entre ambos.

Sin embargo, en este momento, el testimonio de la mujer/víctima constituye una evidencia robusta. ¿Qué pasa si esta se lo inventó? Hasta que no se modifique la doctrina y la norma, esto es lo que existe… y a lo que Errejón se enfrenta.

Falsas acusaciones

A pesar de que Errejón, como señala FI, era uno de los que abusaba del «no hay denuncias falsas» [las ha habido y las hay, sin importar el porcentaje del 0,0008%, irreal], si se impone al político esta nueva regla de tres normas, la cárcel se convierte en su destino a corto plazo.

Aun así, según lo evidenciado en la causa, es precipitado implementar una medida de privación de su libertad contra él. Es probable que Carretero no lo haga. Al menos por ahora. No implementará ninguna acción que atente contra su libertad. Las circunstancias se remontan a una noche festiva de septiembre de 2021. ¿Por qué se presenta la denuncia en el presente y no hace tres años? Esto, entre otros factores, respaldan la no implementación de acciones contundentes el próximo día 16 de abril.

En realidad, si las comunicaciones existentes entre ambos, y Errejón las aportará, establecen que hubo un abuso sexual. Esto lo confirman los testigos de la fiesta donde ocurrió el supuesto ataque, que continuó posteriormente en un apartamento tras subirse ambos habitualmente a un taxi. Entonces sí será el instante en que el juez plantee, o no, alguna acción letal contra Errejón. Por ahora, descartado.

El magistrado Carretero, descendiente del distinguido académico del mismo nombre que logró una presidencia de Sala del Tribunal Supremo y la presidencia del Tribunal de Cuentas en noviembre de 1990, asegura que prestará un especial cuidado a las comunicaciones que siguieron a los sucesos. Son esenciales.

No solo Mouliaá, la acusada, posee mensajes posteriores a los sucesos, sino también, como publican varios medios, el exdiputado y líder de Podemos y Sumar. Es su protección frente a las imputaciones. Lo crucial es que se producen después de los hechos. Es necesario examinar en ellos si existen reproches, el tono aparente de los mensajes, si se deduce de estos, que se conservó la amistad entre ambos, entre otros. Previamente, no se detectaba ningún defecto.

Para esclarecer algunas dudas, el juez los ha convocado para el próximo lunes 16 de septiembre. Ya no quiere más retrasos en el proceso, como los que Mouliaá ha percibido al declarar la gestación de su letrada. Dos derechos se amalgamaban, el que fomenta un proceso sin demoras en perjuicio de una de las partes, y el derecho fundamental de que un embarazo no perjudique la actividad laboral de la mujer.

Presencia ante el juez

El día 16 se presentarán de manera individual para ser interrogados, y también para que la abogada de la víctima se comunique oficialmente. En ese sentido, tanto Carretero como la Fiscalía, así como Errejón, comprenden que el proceso, que se había congelado, debía continuar. El juez Ayer decidió descongelarlo. Iniciarán sus declaraciones los dos personajes principales y posteriormente los testigos.

No se puede interrumpir un proceso legal debido a que la abogada de la denunciante, Mouliaá, se encuentra de baja debido a su embarazo. Se le permitirá volver a la causa a mediados de enero, cuando finalice su periodo de baja.

El magistrado ha solicitado que asigne a otro abogado. Esto se realiza en consonancia con la Fiscalía y la letrada del político, Eva Gimbernat, hija del reconocido profesor de Derecho Enrique. Enrique actuó como abogado en el juicio por la catástrofe, que resultó en cerca de 100 fallecidos, causada por el fuego en la discoteca Alcalá 20 de Madrid hace exactamente 40 años, el 17 de diciembre de 1983.